Rajoy tiene por delante una tarea ciclópea, para la que le sería de grab utilidad contar al menos con el beneficio de la duda. Pero mucho me temo que si no está ya embargado, lo estará para cuando Zapatero le entrege las llaves de Moncloa. Si es que alguien es capaz de localizarlo: si no habrá que llamar a un cerrajero.
Muy bonito el detalle de José Luis de comparecer vestido de ficus.