luigi dijo...
José Luis, el Verbo hecho trizas.
20 de septiembre de 2010 - 8:55 PM
20 de septiembre de 2010 - 8:55 PM
Ella dijo...
Este hombre no tiene arreglo; hasta cuando escribe un responso empieza hablando de sí mismo.
20 de septiembre de 2010 - 11:52 AM
20 de septiembre de 2010 - 11:52 AM

Cuando dejaste el Congreso de los Diputados y, como Presidente del Gobierno pero, sobre todo, como compañero en las Cortes, te agradecí tu labor y tu entrega sincera, estaba dándote las gracias por algo que difícilmente puede explicarse si no es desde el silencio de la admiración verdadera.
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Esto es una preciosa Joseluisiada que merece algún comentario.
Dice nuestro hombre que dio las gracias a Labordeta "sobre todo" como compañero, pero, sin embargo, -ah, pillín- antepone su condición de presidente. En realidad, bastaba con señalar que le agradeció su labor, ya se sobrentiende que no lo hizo como miembro de la cuadrilla de El Juli. Pero eso es mucho pedir a la valla publicitaria que nos gobierna.
Y luego está lo de dar las gracias por algo que no se puede expresar bien si no es recurriendo al silencio de la admiración verdadera.
En primer lugar, no se entiende bien por qué hay que recurrir al silencio para agradecer a Labordeta un algo que se resume dos líneas más arriba en "tu labor y tu entrega sincera", conceptos ambos de fácil explicación. Es, precisamente, lo que José Luis dice que hizo en su momento.
En segundo lugar, suponiendo que José Luis tenga razón en eso del silencio, parece obvio que no lo puso en práctica a la hora de dar las gracias a Labordeta, salvo que lo hiciese mediante el lenguaje de los gestos.
Por último, cabe preguntarse qué rayos es eso del "silencio de la admiración verdadera", aparte de una cursilada. La admiración verdadera no tiene por qué ser silenciosa, veánse los justos elegios recibidos por Charlize Theron o Rafa Nadal. El propio José Luis no es nada silencioso a la hora de expresar la admiración que siente por sí mismo, y nadie duda de que sea absolutamente verdadera.
20 de septiembre de 2010 - 10:56 AM
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Esto es una preciosa Joseluisiada que merece algún comentario.
Dice nuestro hombre que dio las gracias a Labordeta "sobre todo" como compañero, pero, sin embargo, -ah, pillín- antepone su condición de presidente. En realidad, bastaba con señalar que le agradeció su labor, ya se sobrentiende que no lo hizo como miembro de la cuadrilla de El Juli. Pero eso es mucho pedir a la valla publicitaria que nos gobierna.
Y luego está lo de dar las gracias por algo que no se puede expresar bien si no es recurriendo al silencio de la admiración verdadera.
En primer lugar, no se entiende bien por qué hay que recurrir al silencio para agradecer a Labordeta un algo que se resume dos líneas más arriba en "tu labor y tu entrega sincera", conceptos ambos de fácil explicación. Es, precisamente, lo que José Luis dice que hizo en su momento.
En segundo lugar, suponiendo que José Luis tenga razón en eso del silencio, parece obvio que no lo puso en práctica a la hora de dar las gracias a Labordeta, salvo que lo hiciese mediante el lenguaje de los gestos.
Por último, cabe preguntarse qué rayos es eso del "silencio de la admiración verdadera", aparte de una cursilada. La admiración verdadera no tiene por qué ser silenciosa, veánse los justos elegios recibidos por Charlize Theron o Rafa Nadal. El propio José Luis no es nada silencioso a la hora de expresar la admiración que siente por sí mismo, y nadie duda de que sea absolutamente verdadera.
20 de septiembre de 2010 - 10:56 AM
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