

Alguien que quisiera arruinar definitivamente el crédito de una institución no podría encontrar un mecanismo más perfecto que esta majadería plurilingüe. Tiene un poder metafórico devastador: reúne mediocridad, oportunismo, demagogia, espíritu disgregador, ofensa, despilfarro e imbecilidad. Un coctel letal que estalla en el corazón del Estado al tiempo que la desafección de los ciudadanos crece sin parar. Los enemigos del bien común se frotan las manos y la blanda y acomodaticia oposición es incapaz de reaccionar con la contundencia que requiere el caso. Nos vamos a pique sin remedio y, quizás, lo que hace falta es un colapso general del sistema para que algo mejor nazca bajo los escombros.
19 de enero de 2011 - 9:47 AM
19 de enero de 2011 - 9:47 AM
churruca dijo...
A estas alturas, lo verdaderamente sorprendente es que ninguna comunidad autónoma se haya descolgado del Sistema Métrico Decimal. Por diferenciarse, digo.
19 de enero de 2011 - 6:28 PM
A estas alturas, lo verdaderamente sorprendente es que ninguna comunidad autónoma se haya descolgado del Sistema Métrico Decimal. Por diferenciarse, digo.
19 de enero de 2011 - 6:28 PM
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