lunes, 2 de mayo de 2011

  1. churruca dice:

    “El Gobierno triplicará las sanciones contra el empleo sumergido a partir de agosto.”

    Dando por concluida la tarea de destruir empleo legal, entramos en la fase 2: a por el ilegal.

  1. ¿Con que Calendas en Abril? ¿Y para que hace falta acción sindical, si la crisis (como todo aquí) se apaña sola?

    Anoche se veía a José Luis diciendo por su cara: “La crisis pronto será objeto de recuerdo”.

    La ‘crisis’. Habla de ella como de algo fatal que no depende de nosotros, gobernados ni gobernantes. La ‘crisis’, que como vino se va.
    ¿Que se va? ¡Pero si ya se ha ido! “La crisis en realidad ya ha pasado, y pronto veremos repuntar la economía”. Lo dice el chamán.
    O sea, “la crisis, objeto de recuerdo”. Pues sí. Algún día habremos olvidado la crisis; pero muchos, muchos años después seguiremos acordándonos del peor gobernante que ha tenido España.

    La culpa es nuestra. Lo dijo en sentenciosas redondillas Sor Juana Inés (cito de memoria):

    Españoles que acusáis
    a Zetapé, y con razón:
    mirad que sois la ocasión
    de lo mismo que culpáis.

    Siempre tan necios andáis
    que, con desigual nivel,
    al votar, votáis por él,
    y entre votos, renegáis.

    ¿Qué humor puede haber más raro
    que dar fe al mismo embustero,
    o aplaudir su verbo huero
    sabiendo que no habla claro?

    No culpéis a quien vos mismo
    elegisteis guía ciego
    una y otra vez, si luego
    os ha llevado al abismo.

    No viertas en él tu enojo,
    si eres tú quien no se arredra
    de dar en la misma piedra
    hasta que te quedas cojo.

    ¿Pues para qué os espantáis
    de la culpa que tenéis?
    Tomadle como le hacéis,
    o a tomarle no volváis.

    Para no llegar a seis
    millones los sin trabajo,
    mandadle presto al carajo
    y otra vez no le votéis.

    Hasta aquí mi Sor Juana. Porque me cuesta creer que de pluma tan fina hayan podido salir estas dos redondillas finales:

    Zapatero es uno y trino,
    un misterio que acojona:
    en una misma persona
    ser asno, burro y pollino.

    Pues de tal divinidad
    sois fieles adoradores,
    tened por cielo, señores,
    cagajón en cantidad.

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